Me dijeron que el Pabellón de las Artes había que visitarlo porque era muy bonito. Lo hicimos, me encantó. Por el trato que nos dispensaron, las explicaciones sobre la historia del pabellón, la historia de sus obras, así cómo la de su creador y por supuesto el proceso de creación de sus obras. También quedé maravillada por su entorno ideal para celebraciones y tomo nota, por si acaso 😉.