En su construcción, se ha tenido en cuenta el posible entorno y hábitat actual para hacer viable su aprovechamiento, utilidad y la necesidad espiritual de crear espacios capaces de despertar emociones y construir sueños.
La anatomía exterior de sus edificios, geométrica y orgánica, está lista para enfrentarse al reto de un interior útil, dinámico y acústico manteniendo un esqueleto técnicamente fuerte y adaptable a diversas distribuciones en función del destino que finalmente se le adjudique a cada edificio.
El Pabellón de las Artes constará de tres fases o módulos claramente diferenciados.
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Primer Módulo
Este primer módulo es el taller de escultura de Miguel Ruiz.
El Primer Módulo ya está construido en lo que respecta a su interior. Se trata de una cúpula apoyada sobre un polígono de 22 lados y 21 metros de diámetro por 18m de altura.
La resolución técnica de su semiesfera obedece a procesos alquimio-físicos que utilizan materiales diversos como chapa de latón repujado para su revestimiento interior, acero soldado tipo 5.000, hormigón, materiales cerámicos como la moloquita de granulometría gruesa, tela metálica, arpillera, escayola, resinas y soldadura de estaño y plata.
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Segundo Módulo
El segundo módulo o fase del proyecto consta de un edificio de dos plantas basadas en una forma orgánica de 50 m de largo por 12m de media en su irregular ancho; la altura del techo en la primera planta o Sala de Exposiciones, es actualmente de 4,5m y la solución del techo habla de una geometría que podría transportarnos a influencias propias del gótico. Ésta sala ya está ya terminada, mientras que permanece en construcción la Sala Superior o Sala de la Bóveda, que actualmente está descubierta y se presenta como una terraza más.
La segunda planta culminará en una bóveda curva de 50m de largo por una altura de 14m y una media de 12m de ancho. Su techo albergará un tema muralístico de 370m cuadrados resuelto con materiales y técnicas nunca vistas en el campo de la arquitectura.
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Tercer Módulo
La tercera fase de este pabellón constará de una sala de conferencias, laboratorios para investigación, sobre todo en el campo de la ceramología, una sala de arte pública, aulas para impartir cursos y un edificio central del que sólo se puede decir que está siendo sometido en estos momentos, a un proceso de diseño y reajuste que aspira a contener todo lo aprendido en el camino andado del artista.
Será elevado a un concepto arquitectónico escultórico, tal vez, capaz de unir la maestría del renacimiento con la simplicidad y la belleza de las formas del futuro.
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Puerta de Entrada
Conforman esta gran obra casi 800 conos, 150 tubos labiados, más de 100 trompetas, 2.200 casquillos, 17.000 puntos de soldadura, 3.600 soldaduras con soporte, 1.800m lineales de soldadura con hilo especial, 200m de soldadura texturada con acero inoxidable, casi 1.000m de tubo de latón reforzado, y 20 toneladas de hormigón...
Todos los tubos labiados y los conos, así como las trompetas horizontales, van conectadas a sendos tubos de latón reforzado y soldados con estaño y plata. Teniendo en cuenta su volumen y peso ,(casi 20 toneladas.), todos los tubos y conos van ensamblados a casquillos de acero inoxidable y soldados con electrodos especiales. Han sido necesarios siete moldes distintos, especialmente diseñados para el forjado de más de 250 modelos diferentes de conos y tubos.
Por último, los faldones sobre los que descansa toda la obra, están realizados con chapa de acero especial anticorrosivo tipo corten-a. Su contenido artístico está basado en un planteamiento muralístico, sugerente de geometrías humanas y otras abstracciones.